Si notas que tu vino tiene un sabor amargo o está muy ácido, es probable que esté picado. Otros signos de que un vino está picado incluyen un color oscuro y un olor a vinagre. Si sospechas que tu vino está picado, lo mejor es tirarlo a la basura.
Qué pasa si te tomas un vino picado
Al tomar un vino picado, se produce una reacción química en el estómago que puede provocar náuseas, diarrea, vómitos y cólicos. La reacción química se produce cuando el ácido del vino se mezcla con los alimentos en el estómago. Esto puede irritar el revestimiento del estómago y causar náuseas y vómitos. Si la persona tiene diarrea, puede ser debido a que el alcohol está irritando el revestimiento del intestino. También puede haber un aumento de la secreción de líquidos en el intestino, lo que también puede contribuir a la diarrea. Los cólicos pueden deberse a que el alcohol está causando contracciones en el intestino.
Cuándo se echa a perder un vino
Aunque un vino puede envejecer y mejorar con el tiempo, también puede echarse a perder. Esto generalmente ocurre por uno de tres motivos: el vino se ha expuesto a la luz, ha sido sometido a altas temperaturas o ha sido manipulado incorrectamente.
Exposición a la luz
La luz puede acelerar la degradación del vino, especialmente si el vino está en una botella con una etiqueta oscura. La luz puede hacer que el vino se ponga amarillo, anaranjado o marrón, y también puede afectar el sabor del vino, haciéndolo amargo o ácido.
Temperaturas altas
El calor también puede afectar el vino, especialmente si está expuesto al calor durante periodos prolongados. El calor puede hacer que el vino se ponga turbio, y también puede afectar el sabor.
Manipulación incorrecta
Si el vino no se manipula correctamente durante el embotellado o el almacenamiento, también puede echarse a perder. Por ejemplo, si el vino no se embotella correctamente, puede oxidarse y volverse amargo. También puede haber un riesgo de contaminación si el vino se almacena en un entorno sucio o si se usan recipientes o equipos sucios para manipularlo.
La oxidación es un proceso químico que ocurre cuando el vino se expone al aire. Esto hace que el vino se ponga marrón y a veces tenga un sabor a metal.