Cuando estás embarazada, es importante tener una dieta saludable y nutritiva. Esto significa que debes comer una variedad de alimentos ricos en nutrientes, incluyendo frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales. También es importante limitar la cantidad de azúcar, grasas saturadas y calorías que consumes.
Uno de los alimentos que puedes incluir en tu dieta durante el embarazo es el jamón. El jamón es una buena fuente de proteína, hierro, niacina y vitamina B6. Sin embargo, debes asegurarte de que el jamón que consumes esté cocido y no crudo, ya que el jamón crudo puede estar contaminado con bacterias que pueden causar enfermedades graves, como listeria.
Qué pasa si estoy embarazada y como jamón
Embarazo y alimentación han estado siempre ligados. La mujer embarazada debe tener una dieta balanceada y variada, que le aporte todos los nutrientes necesarios para el desarrollo del embrión y, posteriormente, del feto. Pero, ¿sabemos realmente qué alimentos debemos evitar o limitar durante el embarazo? A continuación, te damos algunos consejos.
Alimentos ricos en vitamina A
La vitamina A es muy importante para el desarrollo del embrión, pero en exceso puede ser tóxica. Por ello, se recomienda limitar el consumo de hígado, riñón, yema de huevo, quesos curados, aceite de hígado de bacalao y embutidos, ya que son alimentos ricos en vitamina A.
Carnes crudas o mal cocinadas
La carne cruda o mal cocinada puede estar contaminada con bacterias o virus como la salmonela, que pueden afectar al embrión o al feto. Es muy importante cocinar bien la carne, especialmente la de vaca, cerdo, cordero y pollo.
Pescados y mariscos
Los pescados y mariscos son muy ricos en proteínas y omega 3, pero hay que tener cuidado con los que contienen mercury, una sustancia tóxica que puede afectar al desarrollo del sistema nervioso del embrión o del feto. Los pescados que contienen más mercury son el tiburón, el pez espada, el atún, la caballa, el marlín, el bacalao, la trucha y el lenguado.
Jamón y otros embutidos
Los embutidos, como el jamón, el salami, la chorizo, etc, pueden estar contaminados con bacterias como la listeria, que pueden ser muy peligrosas para el embrión o el feto. Por ello, se recomienda evitar o limitar el consumo de estos alimentos durante el embarazo.
Qué embutido puedo comer durante el embarazo
Embutidos son carnes procesadas, generalmente mezclas de carne y grasa, a veces con otros ingredientes, que se han metido en un envase, como una tripa o una manga. La carne utilizada puede ser de cerdo, cordero, ternera o pavo, y algunos embutidos también contienen ingredientes como pimientos, ajo, especias, frutas u otros aderezos.
Los embutidos no son necesariamente una mala elección durante el embarazo, pero debes asegurarte de elegir los embutidos que sean seguros de comer. Algunos tipos de embutidos, como el chorizo, salchichón, pepperoni, salami y mortadela, pueden estar hechos con carne cruda y no han sido cocidos, lo que los hace potencialmente peligrosos para comer durante el embarazo.
Otros embutidos, como el jamón cocido, el paté y la mortadela, están hechos con carne cocida, lo que los hace seguros de comer durante el embarazo. Sin embargo, debes asegurarte de que el embutido que elijas esté hecho con carne de cerdo cocida, ya que la carne de cerdo cruda puede ser peligrosa para comer durante el embarazo.
En general, es mejor evitar los embutidos durante el embarazo, ya que pueden estar hechos con carne cruda o no cocida, lo que los hace potencialmente peligrosos para comer. Si decides comer embutidos durante el embarazo, asegúrate de elegir los embutidos que sean seguros de comer, como el jamón cocido, el paté y la mortadela.
Embarazadas pueden comer jamón de calidad, siempre y cuando esté cocido adecuadamente. Si está crudo o en su jugo, el jamón puede ser un riesgo para la salud de la madre y el bebé.