Es posible que te enfermes si comes queso en mal estado, ya que este puede contener bacterias que causan enfermedades.
Cómo saber si me hizo daño el queso
El queso es uno de los alimentos más populares en todo el mundo. Sin embargo, algunas personas pueden ser alérgicas o intolerantes a este alimento. Si usted come queso y experimenta cualquiera de los siguientes síntomas, es posible que tenga una reacción alérgica o intolerancia:
Síntomas de una reacción alérgica:
– Hinchazón de la cara, labios, lengua o garganta
– dificultad para respirar
– ronquera
– urticaria
– comezón
– picazón
– diarrea
– vómitos
– dolor de estómago
Síntomas de intolerancia:
– dolor de estómago
– diarrea
– vómitos
– náuseas
– distensión abdominal
– flatulencia
Si usted experimenta cualquiera de estos síntomas después de comer queso, deje de comerlo inmediatamente y consulte a un médico.
Cuánto tarda el queso en ponerse malo
El queso puede ponerse malo en cuestión de días o incluso semanas, dependiendo de la variedad de queso. Por ejemplo, el queso fresco suele estropearse más rápidamente que el queso curado. Sin embargo, el queso no pasa necesariamente de bueno a malo de la noche a la mañana. El proceso suele ser más lento y, a menudo, el queso puede estar en mal estado durante un tiempo antes de que se noten los síntomas.
Hay una serie de factores que pueden acelerar el proceso de estropeamiento del queso. El principal es la temperatura, ya que el calor favorece la proliferación de bacterias. Por eso, es importante mantener el queso en un lugar fresco y seco, como la nevera. Otras cosas que pueden afectar al queso son la humedad, la luz y el aire.
Para alargar la vida útil del queso, lo mejor es envolverlo en papel de aluminio o en un paño húmedo. Así se evita que se sequen y que se formen moho y bacterias. También es importante no cortar el queso con un cuchillo sucio, ya que esto puede contaminarlo.
En general, el queso fresco suele estar en buen estado durante unos 3-4 días, mientras que el queso curado puede aguantar unos 7-10 días. Sin embargo, estos son sólo tiempos orientativos. Lo mejor es fiarse del olfato y del tacto para saber si el queso está en buen estado o no. Si huele raro o está muy blando o pegajoso, lo más probable es que esté estropeado y haya que tirarlo.
En general, comer queso en mal estado puede causar síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea y dolor de estómago. Sin embargo, en algunos casos más graves, puede causar infecciones bacterianas que ponen en riesgo la vida.